La reincidencia en el consumo de drogas no es una excepción, sino una constante en Tijuana, donde se ha normalizado la cultura de la recaída, alertó el especialista en adicciones Pedro Uriarte, quien lamentó que el problema esté profundamente enraizado en patrones sociales más que en fallas clínicas.

“Lamentablemente es algo que va creciendo y, de acuerdo a nuestra cultura, es algo que no va a parar”, aseguró. De acuerdo con su experiencia, entre el 50 y 60 por ciento de las personas internadas en clínicas de rehabilitación en la ciudad recaen, algunas incluso hasta 50 veces a lo largo de su vida.

Uriarte sostuvo que no se trata solo de una falla individual, sino de una cultura en la que se ha romantizado el “me caigo y me levanto” sin construir un camino real hacia la estabilidad y la superación. “No tenemos una cultura de la recuperación, tenemos una cultura de la recaída”, sentenció.

Durante su intervención, citó al psicólogo de Pequío Pasos, quien acuñó el término “síndrome del portón”: una conducta donde la persona se comporta bien dentro del centro de rehabilitación, pero al salir, vuelve a lo mismo. “Detrás de una puerta me porto muy bien, pero fuera de la puerta ya soy yo”, relató.

Uriarte también criticó la falta de una visión integral de la salud mental en el país. “Vivimos en un estado donde lo que menos se promociona es la salud mental. Pensamos que salud mental es no tener trastornos, pero en realidad es saber vivir, tener propósito, compartir, disfrutar, crear”, explicó.

Advirtió que sin un cambio de fondo en cómo se entiende y se vive la salud emocional, seguirá habiendo personas con múltiples internamientos, atrapadas en un ciclo de recaída que se perpetúa en el tiempo.