En esta temporada de verano, el calor y la ausencia de estudiantes en las zonas escolares han impactado negativamente las ventas en algunas panaderías locales. Según explicó la dueña de un establecimiento, las ventas llegan a disminuir alrededor de un 20% durante estos meses.

La comerciante señaló que la principal causa de la baja es la temperatura elevada, que reduce el consumo de pan, así como la falta de tránsito habitual de alumnos, debido a las vacaciones escolares. “El calor en estas fechas baja un poquito la venta… y por los chamacos que están de vacaciones”, comentó.

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Ante esta situación, las panaderías optan por ajustar su producción diaria para evitar pérdidas. “Se hace un poco menos de producción, pues para no estar mermando tanto, porque si haces mucho, el pan se va poniendo duro y es pura pérdida”, detalló la entrevistada.

Durante esta temporada, la merma se hace más evidente, ya que los productos no se venden con la misma rapidez que en invierno. En cambio, los meses de noviembre, diciembre y enero, cuando predominan las bajas temperaturas, representan el periodo de mayores ventas para el sector.

Este panorama confirma la marcada estacionalidad en el consumo de pan, que obliga a los negocios a adaptarse a las condiciones climáticas y a los hábitos de sus clientes.