Después de un largo proceso legal, el ex campeón de la UFC, Caín Velásquez, fue sentenciado a cinco años de prisión en un tribunal de California. 

La condena se dictó tras aceptar un acuerdo con la fiscalía por el delito de intento de homicidio, luego de que atacara a un hombre señalado de haber cometido abuso contra un familiar suyo.

Velásquez fue arrestado en febrero de 2022 tras disparar contra un vehículo en el que viajaba Harry Goularte, un hombre que había sido acusado de abuso infantil y que, tras su detención inicial, pudo continuar su proceso en libertad tras pagar una fianza. Esta situación generó la reacción del ex peleador, quien decidió tomar acciones por su cuenta.

El incidente ocurrió en San José, California, donde Velásquez persiguió el automóvil en el que se encontraba Goularte. Durante la persecución, disparó varias veces, sin llegar a herir al acusado, pero sí al padrastro de este, quien también iba en el vehículo.

Tras su arresto, Velásquez permaneció en prisión sin derecho a fianza durante más de ocho meses. En noviembre de 2022, se le permitió seguir su proceso en libertad condicional, con monitoreo electrónico.

En noviembre de 2023, Velásquez aceptó un acuerdo con la fiscalía que le permitió reducir su condena. Finalmente, el tribunal le impuso cinco años de prisión, además de un periodo de libertad condicional y la obligación de someterse a tratamiento psicológico.

El caso provocó un intenso debate en la comunidad de las artes marciales mixtas y en la opinión pública. Muchos seguidores y colegas del ex campeón expresaron su apoyo, argumentando que actuó motivado por la desesperación de proteger a su familia.