Luka Modric ha anunciado que dejará el Real Madrid al final de esta temporada, poniendo fin a una de las etapas más brillantes en la historia reciente del club. El mediocampista croata, que llegó en 2012 procedente del Tottenham, se convirtió con el tiempo en uno de los referentes indiscutidos del equipo, aportando calidad, liderazgo y una visión de juego que marcaron época.

Este sábado, el Santiago Bernabéu vivirá un momento cargado de emoción, ya que será el último partido de Modric en casa con la camiseta blanca. Aunque aún resta la final de la Champions League, el estadio madrileño le brindará una despedida especial a uno de sus ídolos más queridos, en un encuentro que promete ser tan nostálgico como memorable.

Durante sus doce temporadas en el club, Modric ha conquistado numerosos títulos, entre ellos cinco Champions League, tres Ligas y múltiples copas nacionales e internacionales. Además, en 2018 rompió la hegemonía de Messi y Cristiano Ronaldo al ganar el Balón de Oro, un reconocimiento que confirmó su lugar entre los más grandes de la historia reciente del fútbol.

A sus 39 años, y aunque no ha revelado aún su destino, Modric se marcha del Madrid con el respeto y la admiración de todo el mundo del deporte. Su legado no se mide solo en trofeos, sino en la elegancia con la que jugó cada partido y el vínculo profundo que construyó con la afición merengue. El sábado, el Bernabéu se pondrá de pie para aplaudir por última vez a su número 10.