Green Day, uno de los nombres más influyentes del punk rock moderno, fue honrado este jueves con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. El evento, celebrado en el corazón de Los Ángeles, reunió a fanáticos, colegas y amigos cercanos de la banda, como el actor Ryan Reynolds y el productor musical Rob Cavallo.

La ceremonia fue tanto una celebración como un emotivo repaso por una carrera que comenzó en los suburbios de California y que, con el paso de las décadas, alcanzó estatus legendario. Billie Joe Armstrong, Tré Cool y Mike Dirnt los tres pilares de la banda subieron al escenario entre ovaciones para recibir el homenaje.

“Esto es como la Super Bowl para mi mamá… y también como estar en tu propio funeral”, bromeó Armstrong, visiblemente conmovido, antes de agradecer a su familia y a los seguidores que llenaron el bulevar.

Tré Cool, el carismático baterista, también dedicó palabras a los fans y a sus compañeros de banda: “Gracias, malditos locos, por estar aquí. Y gracias Billy y Mike, mis hermanos. Esta es mi familia”.

 

 

 

 

 

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Uno de los momentos más destacados fue la intervención de Ryan Reynolds, quien compartió cómo su relación con Green Day comenzó cuando quiso incluir la canción Good Riddance (Time of Your Life) en la película Deadpool & Wolverine. El actor elogió la capacidad del grupo para permanecer vigente a través de generaciones. “Estas canciones perduran porque no solo cuentan historias, sino que capturan emociones. Green Day vive entre la nostalgia y la evolución”, expresó.

Reynolds, que recibió su propia estrella en 2016, aprovechó también para bromear: “Bienvenidos al Paseo de la Fama, donde serán fotografiados, pisoteados y, eventualmente, orinados por la eternidad”.

Otro invitado clave fue Rob Cavallo, productor de Dookie, el primer álbum de Green Day con una gran disquera. Cavallo recordó haber recibido un demo de la banda en 1993 cuando trabajaba para Warner Brothers Records: “Fue la mejor banda que había escuchado en mi vida. A pesar del auge del grunge, decidí apostar por el punk”.

Esa apuesta fue más que acertada. Dookie vendió más de 20 millones de copias solo en Estados Unidos y se convirtió en uno de los pocos álbumes en alcanzar una certificación doble diamante, junto a clásicos como Thriller de Michael Jackson y The Wall de Pink Floyd.

Con casi cuatro décadas de trayectoria, Green Day ha sabido reinventarse sin perder su esencia rebelde, consolidando su legado no solo con discos memorables, sino ahora también con una estrella en uno de los lugares más emblemáticos de la cultura pop mundial.