Dieciséis años después de su explosiva separación, Oasis volvió a escribir historia con un regreso que parecía imposible: un concierto ante 75 mil almas reunidas en el Principality Stadium de Cardiff para abrir su gira mundial “Oasis Live’25”. La noche fue más que un recital; fue la confirmación de que las leyendas nunca mueren, aunque estén divididas por viejas heridas.

Los rumores se hicieron realidad poco después de las 20:00 horas, cuando el público estalló al ver a Noel y Liam Gallagher subir juntos al escenario, aunque su cercanía física no se tradujo en cercanía emocional. Su único gesto de complicidad fue simbólico: caminaron tomados del hombro y alzaron las manos antes de comenzar un viaje musical cargado de nostalgia.

La banda eligió “Hello” para abrir, un tema que cobró nuevo sentido tras años de desencuentros. Siguieron 23 canciones que hicieron temblar al estadio, con un repertorio centrado en su obra cumbre, (What’s the Story) Morning Glory?, que este 2025 cumple tres décadas.

Mientras Liam recuperaba su rol de “frontman” con su mítica pose diagonal, Noel prefería la distancia, concentrado en la guitarra y los coros. Aun así, ambos brillaron. El público no tardó en rendirse ante clásicos como “Some Might Say”, “Cast No Shadow” o “Acquiesce”, temas que la banda no tocaba en directo desde principios de los 2000.

 

 

 

 

 

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El ambiente era de pura nostalgia. Desde los pubs de Cardiff hasta las gradas del estadio, miles de fans revivían el soundtrack de su juventud. Incluso los teloneros reforzaron esa atmósfera noventera: Richard Ashcroft (ex The Verve) y Cast, apodados “The Who de los 90”.

Uno de los momentos más íntimos de la noche llegó cuando Noel interpretó solo “Talk Tonight”, recordando los años turbulentos que casi acabaron con el grupo mucho antes de su ruptura definitiva en 2009.

El concierto también tuvo espacio para la emoción. Durante “Live Forever”, la banda rindió homenaje al futbolista portugués Diogo Jota, fallecido el día anterior en un accidente de tráfico junto a su hermano en España.

Tras un breve receso, Oasis guardó sus himnos más coreados para el final: “Don’t Look Back In Anger”, que Noel dejó en manos del público, “Wonderwall” y un cierre explosivo con “Champagne Supernova”, reafirmando su lugar como una de las bandas más icónicas del britpop.

Ahora, la pregunta que queda flotando entre los fans es: ¿será este un regreso definitivo o un espejismo pasajero? Como dijeron alguna vez, “Definitely Maybe”. Por ahora, Oasis ha vuelto, y su leyenda sigue creciendo.