Ozzy Osbourne, ícono absoluto del heavy metal y vocalista fundador de Black Sabbath, falleció este martes a los 76 años, según confirmó su familia a través de un comunicado. “Con una tristeza indescriptible, informamos del fallecimiento de nuestro querido Ozzy esta mañana. Estaba con su familia, rodeado de amor. Pedimos respeto a nuestra privacidad en este momento”, señalaron su esposa Sharon y sus hijos.

Con más de cinco décadas de carrera, más de 100 millones de discos vendidos y una influencia innegable en el rock pesado, Ozzy se convirtió en una figura tan amada como polémica. Su excéntrico estilo, su historial de excesos y su voz inconfundible le valieron apodos como El Príncipe de las Tinieblas y El Padrino del Heavy Metal.

Una vida de extremos

Nacido como John Michael Osbourne en Aston, Birmingham (Inglaterra) en 1948, creció en una familia de clase obrera. Dejó la escuela a los 15 años, cometió delitos menores y cumplió un breve periodo en prisión antes de encontrar su vocación en la música.

Inspirado por The Beatles, fundó Black Sabbath en 1969 junto a Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward. La banda revolucionó el panorama musical con su sonido oscuro y poderoso. Álbumes como Paranoid, Master of Reality y Sabbath Bloody Sabbath establecieron los pilares del heavy metal moderno.

A pesar del éxito, las adicciones comenzaron a afectar la dinámica de la banda, y Ozzy fue expulsado en 1979. Lejos de ser el final, fue el inicio de una nueva etapa. Apoyado por Sharon Arden, quien más tarde se convertiría en su esposa y mánager, lanzó una exitosa carrera solista con discos como Blizzard of Ozz (1980), que incluyó clásicos como “Crazy Train”.

Mitos, escándalos y redención

Ozzy fue protagonista de algunos de los episodios más excéntricos del rock: desde morder la cabeza de un murciélago en un concierto en Iowa, hasta rociar al público con carne cruda. Siempre negó ser un adorador del diablo, y más bien se describía como “un muchacho de clase trabajadora que solo quería divertirse”.

Su vida también estuvo marcada por relaciones turbulentas. Su primer matrimonio con Thelma Riley terminó en divorcio tras años de abuso de sustancias. Con Sharon, su segunda esposa, formó una de las parejas más reconocidas del espectáculo, aunque no exenta de crisis, como el intento de agresión que sufrió ella en 1989 durante un episodio psicótico de Ozzy.

Pese a todo, lograron superar las dificultades y criaron juntos a tres hijos: Aimee, Kelly y Jack. La familia alcanzó aún más fama con el reality The Osbournes, emitido entre 2002 y 2005, que mostró a un Ozzy entrañable, caótico y, sobre todo, humano.

Ozzy Osbourne has transitioned to his next realm just a few weeks after giving his fans, one of the greatest and most aptly timed goodbyes in music history. An absolute rock god and music legend. Rock music would've never been the same without him.

Sharon Osbourne, he couldn't… pic.twitter.com/7yP7G735Io

— Sassington, M.C. (@MissSassbox) July 22, 2025

El ocaso de una leyenda

Desde 2003, la salud de Osbourne comenzó a deteriorarse tras un accidente en cuatrimoto que le dejó secuelas en el cuello. A eso se sumó una caída en 2019, el diagnóstico de Parkinson ese mismo año y un episodio de COVID-19.

Aun así, continuó activo. Publicó su último álbum solista, Patient Number 9, en 2022, que le valió el Grammy al Mejor Álbum de Rock. En 2023, participó en la ceremonia de clausura de los Juegos de la Commonwealth junto a Black Sabbath, su última aparición pública.

Su despedida definitiva llegó el pasado 5 de julio en un concierto en Birmingham. Desde un trono con forma de murciélago, cantó Paranoid con sus compañeros originales, frente a miles de fanáticos. Fue su último rugido en vida.

Ha muerto el jodido Ozzy Osbourne, uno de mis grandes ídolos y una auténtica leyenda.

Con su vida loquísima, ya era un milagro que hubiera pasado de los 70, aunque parecía que nos iba a enterrar a todos.

Se fue como el maestro que era: delante de millones de personas en… pic.twitter.com/O9If2otJjG

— Jordi Wild (@JordiWild) July 22, 2025

Legado eterno

Ozzy Osbourne no solo cambió la música: la redefinió. Fue pionero del metal, figura de culto, ícono de la televisión y símbolo de resiliencia. Sus logros incluyen múltiples premios Grammy, su inclusión en el Salón de la Fama del Rock and Roll y dos estrellas —una en el Paseo de la Fama de Hollywood y otra en su natal Birmingham.

Más allá de los excesos, lo que siempre quedó fue su autenticidad. “No soy el diablo. Solo soy John Osbourne, un chico de Aston que dejó la fábrica por la música”, dijo en su autobiografía.