La cantante argentina Julieta Cazzuchelli, conocida artísticamente como Cazzu,rompió su silencio y expuso por primera vez la cruda y tensa batalla legal que libra con Christian Nodal, el padre de su hija Inti, por el permiso de viaje de la menor, un conflicto que la llevó a vivir uno de "los peores momentos" de su vida.

Durante su participación en el podcast Se regalan dudas, la artista narró con raw emotion los pormenores de una reciente mediación que la dejó feeliendo vulnerable y aterrorizada frente a un sistema que, asegura, está dominado por la misoginia y el patriarcado.

La petición y la contundente advertencia

Cazzu, quien es madre soltera, explicó que su trabajo, al igual que el de Nodal, requiere viajes constantes, por lo que necesita un permiso legal para sacar a Inti de Argentina. Sin embargo, lleva más de un año esperándolo sin éxito.

"Necesito un permiso de viaje para llevar a mi hija conmigo y eso es sabido, yo trabajo de lo mismo que él y necesito viajar. Ya va a pasar más de un año y ese permiso no lo tengo", relató la intérprete.

Entonces Christian nodal y Ángela Aguilar(influencia), porque si, esto es una manera de desquitarse por todo el hate que ellos tienen, no le dan el permiso a cazzu para sacar a la niña del país, y aún así Christian nodal no la visita. QUE ASCOpic.twitter.com/rBmBQJrGPo

— Girl 200 (@mistergirl40) September 2, 2025

El momento más crítico ocurrió durante una mediación virtual en la que participaron su abogada, una mediadora y el representante legal de Nodal. Tras una propuesta de la mediadora de buscar un plazo interino para el permiso, la respuesta del abogado del cantante mexicano fue demoledora:
“No se preocupen, mi cliente está totalmente enterado de que cuando tenga ganas ese permiso lo puede revocar”, recordó Cazzu que dijo el letrado.

Te puede interesar: Feliz día... ¿a quién? Este fue polémico post de Cazzu sobre el día del padre

La sensación de control y amenaza

Para la trapera, esas palabras fueron mucho más que una advertencia legal; fueron una demostración de poder que traspasó la pantalla. La artista describió el impacto emocional de ese instante:

“Ese hombre me miró a los ojos y sin decirme nada me dijo: ‘Tenemos el control sobre vos y tu hija’. Y fue uno de los peores momentos de mi vida”, confesó, admitiendo que contra ese tipo de presiones "no le da el corazón" para luchar, a pesar de su carácter combativo.

La decisión de no judicializar la lucha

Devastada, Cazzu tomó una decisión crucial tras esa experiencia: no llevar el caso a un juicio. Argumentó que, a pesar de tener los recursos para una costosa batalla legal, eligió priorizar su salud mental, su carrera y el bienestar de su hija.

“Yo tengo el privilegio de no ir a hacer un juicio porque puedo cuidar a mi hija (…) yo soy un número, pero soy un número que sí tiene plata para mantener a su hija”, reflexionó.

Su testimonio trascendió lo personal para convertirse en una crítica social. Cazzu se mostró consciente de su posición privilegiada y alzó la voz por todas las madres que no tienen los mismos recursos.

“Soy una hormiguita delante del monstruo de la misoginia, del patriarcado”, afirmó. “El mundo es devastador y más para las que no tienen los privilegios que tenemos nosotras”, concluyó, lamentando que el sistema judicial often se convierta en un campo de batalla desigual para las mujeres.