El albergue para migrantes Casa Alitas, destacado en la asistencia a migrantes en la frontera entre Arizona, EE.UU., y México, está enfrentando una crisis financiera que amenaza con reducir significativamente sus servicios a partir del primero de abril.

Dirigido por Diego López, el Centro de Bienvenida del Albergue Casa Alitas ha sido un recurso crucial para los migrantes, asistiendo a aproximadamente 195 mil personas en 2023. Sin embargo, la falta de fondos federales ha llevado al centro a despedir empleados y considerar recortes en sus servicios.

La situación es crítica ya que la Patrulla Fronteriza podría dejar a hasta mil migrantes diariamente en las calles del sur de Arizona si el albergue cierra. Esta acción no solo representa un riesgo para la seguridad de los migrantes, sino que también podría desencadenar una crisis humanitaria en las calles y en las estaciones de autobuses, según adelanta Adelita Grijalva, supervisora del Condado Pima.

El costo mensual de operación del albergue, que incluye instalaciones para familias y hombres solos, así como servicios esenciales como cocina y atención médica, oscila entre tres y siete millones de dólares, según estimaciones del Condado Pima.

Ante esta situación, la Diócesis Católica de Tucson ha lanzado una campaña en redes sociales para solicitar donaciones a fin de mantener operativo el albergue. Sin embargo, si no se aprueban más fondos federales antes del 1 de abril, el albergue podría verse obligado a cerrar al menos una de sus instalaciones y despedir a decenas de trabajadores.