Una tragedia aérea sacudió hoy a Azerbaiyán y Kazajistán, cuando un avión Embraer 190 de Azerbaiyán Airlines (AZAL) se estrelló cerca del aeropuerto de Aktau, a orillas del mar Caspio. La aeronave, que cubría la ruta entre Bakú y Grozni, transportaba entre 69 y 72 personas, según reportes contradictorios, incluidos cinco tripulantes. Hasta el momento, se confirman 30 fallecidos y 32 sobrevivientes, aunque las autoridades aún trabajan en verificar la cifra oficial de víctimas.

El accidente ha movilizado a las autoridades de Azerbaiyán y Kazajistán, quienes trabajan coordinadamente para investigar las circunstancias del siniestro. “Se están evaluando todas las versiones y realizando exámenes correspondientes”, declaró Kanan Zeinalov, portavoz de la Fiscalía General de Azerbaiyán. El presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, enfatizó que es prematuro determinar las causas exactas.

Entre las teorías preliminares, se baraja un posible choque con una bandada de pájaros, así como una explosión de un balón de oxígeno a bordo. Según el gabinete de crisis, la tripulación envió una señal de socorro a las 08:35 hora local, informando de un fallo en el sistema de control. Posteriormente, intentaron un aterrizaje de emergencia en Aktau, pero el avión se desplomó a las 09:28.

Supervivientes describieron momentos de terror dentro de la aeronave. Un video difundido en redes sociales muestra a los pasajeros rezando mientras caen las máscaras de oxígeno. Subjonkul, un pasajero de 48 años, relató que una explosión repentina cambió el rumbo del avión y que el piloto logró maniobrar para evitar una catástrofe mayor. “Nos salvó la vida. Sin su maniobra, todos estaríamos muertos”, afirmó.

El Ministerio de Transporte de Kazajistán informó que entre los pasajeros había 37 azerbaiyanos, 16 rusos, 6 kazajos y 3 kirguises. Todos los sobrevivientes fueron hospitalizados, varios en estado crítico, incluidos dos menores de 11 y 16 años.

El Embraer 190, fabricado hace 11 años en Brasil, operaba vuelos regulares a Rusia, Turquía, Irán y otros destinos. Recientemente, el mismo avión enfrentó complicaciones climáticas al intentar aterrizar en Grozni el pasado 15 de diciembre. El último incidente notable con un modelo similar ocurrió en febrero en Belgrado, sin víctimas fatales.

El presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáyev, y otros líderes mundiales, como Vladímir Putin y Nikol Pashinián, expresaron sus condolencias. Ilham Aliyev, quien viajaba a una cumbre internacional en Rusia, canceló su agenda y regresó a Bakú. Azerbaiyán declaró un día de luto nacional, y en el aeropuerto de Bakú se desmontó el árbol de Navidad como muestra de respeto.