En una controvertida medida que ha generado amplio debate, el gobierno de Javier Milei ha decidido eliminar la figura del feminicidio del Código Penal argentino. Esta decisión, anunciada por el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, marca un cambio significativo en las políticas de género del país y ha suscitado tanto apoyos como críticas.

“Vamos a eliminar la figura del feminicidio del Código Penal Argentino porque esta administración defiende la igualdad ante la Ley consagrada en nuestra Constitución Nacional. Ninguna vida vale más que otra”, afirmó Cúneo Libarona a través de su cuenta en la red social X. Además, calificó al feminismo como “una distorsión del concepto de igualdad” y acusó a esta corriente de promover divisiones entre hombres y mujeres.

La medida implica la derogación de la ley 26.791, promulgada en 2012 durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, que establecía la reclusión perpetua para quienes asesinaran a una mujer mediando violencia de género. Este cambio se alinea con las declaraciones del presidente Milei, quien, durante su participación en el Foro Económico Mundial de Davos, cuestionó la existencia del feminicidio como figura legal, argumentando que “legaliza de hecho que la vida de una mujer vale más que la de un hombre”.

Desde su llegada a la Presidencia el 10 de diciembre de 2023, Milei ha impulsado una serie de reformas que han debilitado las políticas públicas destinadas a la atención y protección de las mujeres. Entre las decisiones más controvertidas está la eliminación del Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad, así como la rebaja de la jerarquía de la dirección a cargo de la Línea 144, que atiende denuncias de violencia machista.

El mandatario también ha expresado reiteradamente su oposición a la llamada “ideología de género” y a la Agenda 2030 de la ONU, que promueve la igualdad entre hombres y mujeres. Estas posturas han sido respaldadas por sectores conservadores, pero también han provocado una fuerte resistencia de movimientos feministas y organismos internacionales.

Organizaciones feministas han expresado su preocupación por el impacto de estas decisiones en un contexto donde la violencia de género sigue siendo alarmante. Según Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá), en 2024 se registraron 255 feminicidios, lo que equivale a un caso cada 34 horas, y 604 intentos de feminicidio. El Observatorio de Violencias Mercedes Pagnutti eleva la cifra a 294 muertes. Estos datos contradicen las cifras oficiales, que reportan un descenso del 10% en los casos de feminicidio.

Vamos a eliminar la figura del femicidio del Código Penal Argentino. Porque esta administración defiende la igualdad ante la Ley consagrada en nuestra Constitución Nacional. Ninguna vida vale más que otra.

Como dijo el Presidente Javier Milei en Davos, el feminismo es una… pic.twitter.com/n94thxmz5b

— Mariano Cúneo Libarona (@m_cuneolibarona) January 24, 2025

Un informe de Mumalá reveló, además, que solo el 12% de las víctimas había denunciado a su agresor, el porcentaje más bajo de los últimos nueve años. Esto evidencia, según los colectivos feministas, la necesidad de fortalecer las políticas de prevención y protección, en lugar de debilitarlas.

El anuncio de la eliminación del feminicidio como figura penal ha polarizado a la opinión pública en Argentina. Mientras algunos sectores aplauden la medida como un paso hacia una igualdad formal ante la ley, otros advierten que podría invisibilizar las especificidades de la violencia de género y dificultar el acceso a justicia para las víctimas.