Jason Riddle, un veterano de la Marina de Estados Unidos condenado por participar en el asalto al Capitolio en enero de 2021, sorprendió al rechazar el perdón presidencial otorgado por Donald Trump. En declaraciones a la cadena local WMUR News 9 de Nuevo Hampshire, Riddle reconoció públicamente su responsabilidad y aseguró que el exmandatario también debería enfrentar consecuencias legales.

«Causé mucho daño al estar allí. Lastimé a muchas personas y dije cosas terribles», confesó durante la entrevista. Riddle, quien fue sentenciado a 90 días de prisión y tres años de libertad condicional, explicó que solicitará formalmente a la senadora Maggie Hassan que su nombre quede fuera de la lista de indultados. «No aceptaré ningún perdón que niegue la realidad de lo que hice. Hacerlo sería volver a empezar desde cero», afirmó.

El exmarine admitió que durante años vivió «mentalmente rehén» de la figura de Trump y que su participación en el asalto fue impulsada por esa obsesión. «Esto fue algo horrible. Merezco haber ido a prisión, y también Donald Trump merece rendir cuentas por lo que hizo. Tal vez algún día lo haga», declaró.

Jason Riddle, a Navy Veteran from Keene, who was one of the 1,500 people who marched to the U.S. Capitol in January 2021 tells @WMUR in an exclusive interview that he does not want President Trump's pardon, and is looking to formally refuse in. #nhpoliticshttps://t.co/N0oTnMWXdq pic.twitter.com/RhsRrpCmWe

— Arielle Mitropoulos WMUR (@AMitropsWMUR) July 8, 2025

La postura de Riddle se suma a la de Pamela Hemphill, de 71 años, también condenada por los disturbios en el Capitolio. En enero pasado, Hemphill se negó a aceptar el perdón presidencial, asegurando que formar parte de los seguidores de Trump fue como «entrar en una secta» que la convenció de un fraude electoral inexistente. «Aceptar el indulto sería un insulto a los agentes del Capitolio, al Estado de derecho y a nuestra nación», expresó.

El pasado 20 de enero, el mismo día de su regreso al poder, Trump firmó un perdón masivo que benefició a unas 1.500 personas implicadas en el asalto al Capitolio. Muchos de ellos fueron acusados de agredir a las fuerzas de seguridad mientras defendían la teoría de un supuesto fraude en las elecciones de 2020.

El caso de Riddle pone sobre la mesa el debate sobre la responsabilidad personal y la influencia de líderes políticos en hechos que marcaron la historia reciente de Estados Unidos. Su rechazo al indulto busca, según dice, asumir las consecuencias de sus actos y romper definitivamente con un pasado que hoy reconoce como equivocado.