Turistas hospedados en un hotel cercano a la base militar Elmendorf-Richardson en Anchorage, Alaska, donde se reunirían los presidentes, Donald Trump, y Vladimir Putin, encontraron documentos confidenciales de la Oficina de Protocolo de la Casa Blanca que habrían sido olvidados en una impresora de la instalación.

El hallazgo se produjo alrededor de las 9:00 de la mañana del 15 de agosto, horas antes del inicio de la cumbre, y las ocho páginas contenían ubicaciones precisas, horarios del programa y números de contacto de funcionarios de alto rango, según reportó la emisora NPR.

Tres huéspedes del Hotel Captain Cook, a unos 20 minutos de la base militar, descubrieron los documentos en el centro de negocios del hotel. Tomaron fotos de su contenido, a las que tuvo acceso EFE, donde se detallaban los salones reservados para las reuniones, los preparativos previos a la comparecencia ante medios y la entrevista de Trump con Fox News posterior al encuentro.

También te puede  interesar: Tiroteo en club nocturno de Nueva York deja tres muertos y nueve heridos

Los documentos, que llevan la inscripción “Elaborado por la Oficina del Jefe de Protocolo”, incluían información sobre un gesto protocolario: Trump tenía planeado entregarle a Putin un busto de un águila calva, el ave nacional de Estados Unidos. También aparecía un listado completo de las comitivas, con la pronunciación fonética de los nombres de los miembros rusos, incluido el del presidente Putin.

Detalles de la mesa y el menú

Los documentos mostraban la posición de los comensales en un almuerzo que finalmente no se realizó. Según lo previsto, Trump se sentaría frente a frente con Putin, flanqueado por Marco Rubio, Pete Hegseth y Susie Wiles; mientras que a la izquierda del líder estadounidense se ubicarían Scott Bessent, Howard Lutnick y Steve Witkoff. Por su parte, Putin tendría a su lado a Sergey Lavrov y Yuri Ushakov.

El menú, detallado en los papeles, incluía ensalada verde con vinagreta de champán, opción entre filete miñón con salsa de brandy o fletán con patatas cremosas y espárragos, y de postre crème brûlée.

Ante la filtración, la Casa Blanca desestimó la importancia de la brecha de seguridad, calificando los documentos simplemente como “menú de almuerzo de varias páginas”, según NPR.

La administración Trump ha enfrentado otras polémicas por filtraciones de información sensible. En marzo, datos sobre preparativos de un bombardeo en Yemen fueron compartidos en un chat grupal de la aplicación Signal, que por error incluía a un periodista que publicó la información.

Asimismo, un reporte de The New York Times indicó que en abril, el secretario de Defensa Pete Hegseth compartió datos militares en un chat que incluía a familiares y su abogado personal, evidenciando la recurrencia de filtraciones dentro de la administración.