El canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, aseguró que ningún ciudadano mexicano será trasladado a la prisión de Guantánamo, en Cuba, tras el reciente anuncio del gobierno de Estados Unidos sobre el primer vuelo con migrantes detenidos que fueron enviados a esa base militar.

Durante su participación en la plenaria de los senadores de Morena, De la Fuente enfatizó que el gobierno mexicano ha tomado medidas diplomáticas para garantizar que sus ciudadanos no sean enviados a Guantánamo. "Desde que se dio la noticia, enviamos una nota diplomática a la embajada de Estados Unidos para dejar claro que todos los mexicanos serán recibidos en su país de origen si así lo desean", explicó.

El canciller reiteró la postura del gobierno mexicano de cooperación en temas migratorios, pero sin aceptar ninguna forma de subordinación. "Seguiremos colaborando en todos los temas necesarios, pero la soberanía de México no está en negociación", puntualizó.

De la Fuente también destacó el papel de la presidenta Claudia Sheinbaum en la negociación con su homólogo estadounidense, Donald Trump. "La presidenta dio una cátedra de diplomacia que ha sido reconocida a nivel internacional. Con cabeza fría y diálogo, logró acuerdos históricos para México", afirmó.

Subrayó que la estrategia de Sheinbaum se basa en la serenidad, el análisis y la búsqueda del diálogo. "La coordinación y la cooperación son claves, pero nunca aceptaremos la subordinación", recalcó.

Mientras tanto, el gobierno de Donald Trump confirmó el envío del primer grupo de migrantes detenidos en territorio estadounidense a la Base Militar de Guantánamo. Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, informó sobre la medida y justificó la decisión asegurando que "Estados Unidos ya no permitirá ser un vertedero de criminales ilegales".

Trump ha intensificado su ofensiva contra los más de 11 millones de migrantes indocumentados que residen en el país, calificándolos como "criminales" y prometiendo llevar a cabo la mayor ola de deportaciones en la historia de Estados Unidos.

La situación migratoria sigue siendo un tema de tensión entre ambas naciones, aunque México ha reiterado su postura de colaboración, siempre defendiendo la soberanía nacional y la protección de sus ciudadanos.