La Iglesia católica mexicana lanzó un llamado a la sociedad para reconocer y cuidar a los adultos mayores, quienes, en un entorno marcado por la rapidez y la productividad, han quedado “invisibles, olvidados, arrinconados”. La Arquidiócesis de México destacó que la manera en que se trata a esta población refleja la calidad moral de la sociedad.

En su editorial del semanario Desde la Fe, la Arquidiócesis criticó la lógica de un mundo que “mide la vida en likes, entregas inmediatas y resultados productivos”, donde lo que no rinde suele ser descartado, dejando a muchos ancianos relegados al olvido.

Los ancianos, un tesoro de la sociedad

Citando al Papa Francisco, la Iglesia subrayó que “los ancianos son un tesoro” y que este mensaje constituye una verdadera interpelación: la forma en que se trata a los abuelos y personas mayores evidencia el estado ético de las familias y de la sociedad en general.

Como parte de la conmemoración del Año Jubilar, la Arquidiócesis anunció que el próximo 31 de agosto, a las 12:00 horas, se celebrará en la Basílica de Guadalupe una misa especial dedicada a los adultos mayores, buscando fomentar la gratitud y la cercanía hacia esta población.

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La Iglesia también advirtió que, aunque en México todavía existen gestos de cariño hacia los mayores, persisten situaciones de maltrato psicológico, violencia física y verbal, abandono disfrazado de indiferencia y una creciente cultura de descarte. Señaló que es fundamental traducir la gratitud en acciones concretas, como acompañarlos a consultas médicas, respetar sus ritmos, valorar sus consejos y abrir espacios para su voz dentro de la familia y la comunidad.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada diez personas mayores ha sido víctima de malos tratos, y en México esta violencia tiene un enfoque de género: el 19.2 % de las mujeres de 65 años o más han sufrido algún tipo de agresión.