El origen del café se remonta a la región de Etiopía, en África, donde según la leyenda, un pastor llamado Kaldi notó que sus cabras se volvían más enérgicas después de comer unos frutos rojos de un arbusto. 

Intrigado, Kaldi probó los frutos y experimentó un efecto similar, lo que dio inicio a la utilización del café. Desde Etiopía, el café se expandió a la península arábiga, donde comenzó a ser cultivado y comercializado en el siglo XV. Las primeras cafeterías surgieron en Yemen, en el puerto de Moca, y pronto el café llegó a Persia, Egipto y el Imperio Otomano, convirtiéndose en una bebida popular.

El invento del espresso

El espresso tiene su origen en Italia a principios del siglo XX. Fue inventado por el ingeniero italiano Luigi Bezzera, quien en 1901 desarrolló una máquina capaz de preparar café de manera rápida utilizando vapor a alta presión. Esto permitía extraer un café más concentrado y con una capa característica de crema en la parte superior.

La máquina fue patentada en 1903 por Desiderio Pavoni, quien perfeccionó el diseño y comenzó a comercializarla bajo el nombre de La Pavoni. A partir de ahí, el espresso se convirtió en un símbolo de la cultura italiana y en la base para muchas otras preparaciones de café, como el cappuccino y el latte.