El domingo 7 de septiembre, Carlo Acutis fue canonizado en la plaza de San Pedro, en el Vaticano, en una ceremonia presidida por el papa León XIV. Nacido en 1991 en Londres y fallecido en 2006 a los 15 años a causa de leucemia, Acutis se convirtió en el primer joven millennial en ser declarado santo, reconocido por su dedicación a la fe desde temprana edad.

Vida y legado del santo

Acutis se destacó por usar Internet como herramienta de evangelización, documentando milagros eucarísticos y apariciones marianas en todo el mundo. A pesar de ser hijo de padres poco religiosos, su fe y compromiso con la Iglesia Católica inspiraron a su familia y a muchos jóvenes en diferentes países. Su cuerpo se encuentra expuesto en la Basílica de Santa María la Mayor, en Asís, convirtiéndose en un lugar de peregrinación.

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La primera iglesia dedicada a Carlo Acutis se encuentra en São Paulo, Brasil, en la Parroquia Universitaria Beato Carlo Acutis, inaugurada el 25 de enero de 2023 con capacidad para 120 personas. Otros templos en su honor se localizan en Londres, Inglaterra, ciudad donde nació, y en diversas partes del mundo, reflejando la expansión de su devoción.

Milagros reconocidos para su canonización

Entre los milagros que llevaron a su beatificación y posterior canonización se incluyen la recuperación de Matheus Vianna en Brasil, quien se curó de una enfermedad congénita del páncreas tras tocar una reliquia de Carlo en 2013, y la sanación de Valeria Valverde, una joven costarricense que se recuperó tras un accidente de bicicleta en Florencia, Italia. Este segundo milagro fue aprobado por el papa Francisco el 23 de mayo de 2024.

Carlo Acutis, conocido como el “santo patrón de Internet”, también destacó por su interés en actividades comunes entre jóvenes, como el fútbol, los videojuegos y la programación. Sin embargo, su devoción a la Eucaristía y la Virgen María desde la infancia marcó su vida y fortaleció su legado espiritual.

La canonización de Acutis ha sido interpretada como un paso significativo para acercar a más jóvenes a la Iglesia Católica. Expertos señalan que santificar a un joven que combinó la fe con las herramientas digitales envía un mensaje poderoso sobre la relevancia de la espiritualidad en la era moderna, al tiempo que mantiene el valor de su santidad tradicional.