Estados Unidos llevó a cabo un ataque aéreo contra más de 85 objetivos e instalaciones vinculadas a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y a grupos proiraníes en Irak y Siria. El operativo, en respuesta al ataque de la semana pasada en el que murieron tres soldados estadounidenses en Jordania, fue ejecutado a las 16:00 hora local de Washington, según informó el Comando Central del Ejército de Estados Unidos (Centcom). El ataque utilizó más de 125 municiones de precisión y se concentró en áreas estratégicas, como la “capital iraní” en Siria, Al Mayadín, y el distrito fronterizo de Al Bukamal.

El resultado de los bombardeos fue la muerte de al menos 18 miembros de milicias proiraníes en Irak, según fuentes militares iraquíes, y 13 milicianos en Siria, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Además, se destruyeron 17 posiciones de grupos armados apoyados por Teherán en la provincia oriental de Deir al Zur. Los ataques también se dirigieron contra la poderosa milicia Kataib Hizbulá en la zona de Al Qaim, cerca de la frontera con Siria, donde al menos cinco milicianos proiraníes perdieron la vida.

El ataque estadounidense es una respuesta directa al ataque con dron ocurrido en Jordania el pasado domingo, donde milicias proiraníes causaron la muerte de tres soldados estadounidenses y dejaron a otros 40 heridos. El Pentágono afirma tener la capacidad de realizar más ataques, según declaraciones del jefe del Pentágono, quien señaló que responderán en función de la situación. En este contexto, se espera que los ataques se prolonguen durante varios días, según información de la cadena CBS News.

Aunque la Resistencia Islámica en Irak reivindicó el ataque, el Pentágono sugiere que Kataib Hizbulá, la milicia proiraní más poderosa de Irak, podría estar orquestando estos eventos. Washington responsabiliza a Irán, argumentando que el país suministra armas a los perpetradores. Sin embargo, Irán se ha desmarcado del ataque, y el presidente estadounidense, Joe Biden, ha dejado claro que su país no busca ampliar el conflicto en la región. En un comunicado de la Casa Blanca, Biden afirmó que la respuesta estadounidense al ataque en Jordania continuará en el momento y lugares que consideren necesarios.